AMAR

Cada vez que sale el tema del amor, y sale con mucha frecuencia, pregunto a mi interlocutor que es para él/ella el amor. Curiosamente, la mayoría tarda en responder, me miran con ojos interrogantes, como preguntándose qué estoy buscando; al final, cuando por fin elaboran su respuesta, casi nunca están muy satisfechos/as de su contenido. Parece que las palabras son demasiado limitadoras, que no ayudan a la definición de algo tan amplio, rico, concreto o abstracto como es el amor.

El amor, como el resto de los senimientos del ser humano, tiene sus explicaciones y sus misterios; sus puntos de luz y de oscuridad; sus grandezas y sus miserias. Pero no confundamos deseo con necesidad.

El amor no es sinónimo de felicidad y sufrimiento, el amor es la mejor oportunidad para aprender a vivir nuestra vida, para aprender a integrar nuestras experiencias, para mejorar nuestros sentimientos, para crecer como personas.

Se es más feliz en compañía, pero la felicidad propia no es responsabilidad de la otra persona.

Ciertamente, en equipo se trabaja mejor, la tarea es más fácil, e incluso se alcanzan más y mayores objetivos, y ese equipo, para ser óptimo, ha de estar formado por personas que se complementan individualmente.

El cuidado de todo lo que esté vivo, y el amor lo está, supone un cuidado diario, con sus matices, pero sobre todo teniendo en cuenta qué necesita la otra persona, en general o de uno mismo o una misma, y de qué manera se puede contribuir a que esto se haga realidad.

Saber querer es un acto de generosidad mutua, de sensibilidad permanente, de entendimiento y afecto.

No estaremos hablando de cariño o amor si detectamos que, o bien se está intentando cambiar a la otra persona, o se siente que esa otra persona está intentando que seamos lo que no somos, y que nunca hemos sido.

El amor empieza por uno mismo o una misma.

Más que una duda, muchas veces parece un lamento. Las expresiones más comunes son: ¡Cómo es posible que ya se haya terminado el amor! o, lo que es peor, «¡Pero ¿cómo ha durado tan poco su amor?!»

Las dudas sobre si se terminó el amor o el cariño, en muchas ocasiones no se produciría si ambas personas, conociéramos perfectamente la forma de vivir el amor de unos y de otros, si supiéramos en detalle las distintas fases que atravesamos, la secuencia de manifestaciones afectivas que se van produciendo, cómo podemos estimularlas, lo que hace que cada día ese amor crezca, lo que lo destruye, lo que lo potencia, lo que lo arruina…

En toda relación afectiva, tarde o temprano surgirán dudas.
Las dudas no son peligrosas.
Nos ayudará a ser conscientes de lo que está pasando.
Es bueno que tomemos distancia de la situación.

¿Crees que el amor ha acabado de verdad?
¿Y si es una crisis?
¿Sientes que os habéis distanciado?
¿Tienes o tiene dudas?

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